Perdiendo a futuro

alex madera
3 min readJan 23, 2023

Por mucho tiempo José estuvo recibiendo a cientos de compradores de sus pelotas, porque ya en el mercado era considerada como la mejor del área, por la contextura y la forma en que era confeccionada, asegurando una calidad impecable, que rozaba con la perfección.

Era frecuente ver gran cantidad de personas que acudían a la tienda de José, en busca de las pelotas, porque su calidad se había expandido con el boca a boca, incluso llegando personas de otros países, con el único fin de poder obtener de primera mano estas.

Pasado el tiempo las cosas fueron cambiando, la calidad de las pelotas seguía siendo la misma, sin embargo, el juego cambió, ya los atributos que buscaban los jugadores en las pelotas, ya no estaban en las ya conocidas pelotas de José, sino que se habían agregado nuevos elementos, que procuraban dar una visión nueva, el sonido al tocarla y también la manera en como en cada lance se podía mover esta, lo cual no estaba entre las características de las pelotas que confeccionaba y vendía José.

En algún momento se le fueron acercando jugadores, los cuales le hicieron comentarios y sugerencias, para que adaptara las pelotas a las nuevas especificaciones, sin embargo, José no obtemperaba a eso, porque entendía sus pelotas contaban con la misma o una calidad superior a las nuevas.

Pero en algún momento José al ver que cada vez menos jugadores acudían a su tienda en busca de sus pelotas, procedió a comercializar una marca de pelota que contaba con las exigencias y características de la nueva generación, lo cual fue atrayendo de nuevo a los jugadores, porque estos confiaban en el criterio y la experiencia de José y que el mismo, le estaría ofertando algo de buena calidad.

Sin embargo, José no quiso adjudicarle el valor correspondiente a las nuevas pelotas, colocando las mismas en un precio inferior a las que este confeccionaba y que por tanto tiempo fueron el estándar de la industria. Pero José desconocía que esto se traduciría en una pérdida irreparable para su permanencia y rentabilidad en el negocio de las ventas de pelotas en el mercado, pues colocando un precio por debajo de las suyas a unas pelotas que definitivamente eran el presente y futuro de la industria, estaba devaluando y sin saberlo, creando un túnel del cual le sería difícil de salir.

Al cabo de un par de años viendo los cambios y que el valor de sus pelotas propias no encontraban mercado y que las nuevas que había adquirido vía representación si eran relevante y las personas las buscaban, sin embargo, el costo al cual las ofertaba, se encontraban muy por debajo del nivel de rentabilidad que requería para poder mantenerse en el tiempo.

De repente José se encontraba sin camino, no lograba vender el inventario de pelotas que por tanto tiempo confeccionó y que tanto auge y prestigio le ganaron y aunque podía vender una cantidad considerable de las nuevas, el valor que en su momento les colocó, no le permitían la rentabilidad indispensable para poder seguir en el negocio y estaba lastimosamente viendo como en un abrir y cerrar de ojos, su otrora importante tienda de pelotas, cerraba las puertas, porque no entendió que el valor de las nuevas pelotas debía estar por encima de sus tradicionales, porque representaba el futuro de la industria.

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